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 El amor: que podemos decir del amor, el amor tiene muchos términos de definición por las personas, también tiene dolor, celos, tristeza, confianza, rabia, tragedia, felicidad, mucha felicidad... Depende de como se mire, Estela y J están empezando una relación, cuando se empieza una relación, todo es muy bonito, es todo amor, felicidad, entusiasmo, nervios, emoción, y esas cosas. Ellos, se podría decir que están en esa etapa, cualquier persona que haya tenido una relación amorosa lo entenderá. Después de meses, puede que lleguen los celos, las discusiones, la desconfianza.. o quizás seas una relación de película, en la que siempre es felicidad, no creo, seria aburrido y seamos realistas, siempre hay algo malo en algo bueno. Lo que las personas tienen que hacer para convertirlo en final feliz, es luchar por ello, sacar fuerza de donde no la hay,  ser valiente, sacarlo todo, todo es todo, si puede ser en su momento, mejor, pero si eres como yo, que te lo vas guardando hasta que ...

Llegaba la semana santa, Estela tenia tanto planes para hacer con J que hasta dudaba en que pudieran hacerlos todos, normalmente entre los estudios y que de vez en cuando daba clases particulares a unos vecinos, no se dedicaba mucho tiempo a ella misma. Recordemos que era poco usual a lo que gusto se refiere comparado con la mayoría de los jóvenes de su edad. Tenia inseguridades. Con el era todo tan mágico, tan especial, cualquier cosa que hicieran, para ella era lo mejor que le podría haber pasado ese día. Parece un sueño verdad, al principio podríamos decir siempre lo es. Después de que J le mostrará un poco mas de el aquel día en el coche, todo les iba como en las típicas películas americanas de amor. Tampoco nos vamos a quejar, ella no merecía menos. Con el lo quería todo.

Después de mirar por la ventana dudo en si bajar o no.  Pero como toda chica haría, seamos realistas, bajo. Tras cerrar la puerta de su casa se arrepintió, pero no podía dar vuelta a tras, tampoco tenia nada que temer, simplemente eran los nervios. Se acercaba a paso lento al coche, donde J esperaba con la ventanilla bajada mientras se fumaba un cigarrillo sin quitarle ojo. El sabia que ella no estaba bien, pero le gustaba mucho y por eso estaba allí. Necesitaba saber que le pasaba para poder luchar contra esos errores y seguir adelante, o eso pensaba ella. Una vez sentada en el asiento del copiloto, a Estela le sudaban las manos, y como siempre entro con la cabeza gacha. El le acaricio el mentón y le levanto la cabeza en su dirección para poder hacer contacto visual, una vez se miraban a los ojos, el le dijo: - Cualquier cosa que haga o diga que te resulte mínimamente dolorosa, me lo dices, haré lo que sea para no volver a repetirlo.- A Estela se le cristalizaron los ojos; respiró...

 Después de semanas, uno de los dos tuvo que dejar su orgullo de lado y entablar la conversación. -No entiendo porqué dejaste de contestarme.- Recibió el mensaje un sábado por la mañana. Tardo varias horas en responder, ya que tenia que pensar bien que contestar. -Cuando algo me sienta mal, me encierro en mi misma, huyo.- Tras pulsar el enviar, tiro el movil sobre la cama. Llevaba esperando ese mensaje desde que le dijo adiós, tras salir del coche se arrepintió de no haberle dicho que le había molestado, ella siempre se comportaba así, era algo que siempre intentaba evitar, o simplemente dejar pasar, pero cada persona es un mundo y cuando algo te sienta mal puedes reaccionar de mil maneras distintas. Estela hacia como si nada, como si todo fuera bien, como si no hubiera pasado nada, hasta que se quedaba sola y ahí era cuando cada vez se rompía mas, siempre le pasaba. Los primeros días, estaba como ida, todo el rato le daba vueltas al asunto, sabia que no era para tanto, pero su men...

Pasaron días, semanas, cada vez estaban mas unidos el uno al otro, eran ellos y lo demás no existía. Pero ese día, fue diferente, llego el día de la primera discusión, el primer enfado, es normal, todos tenemos esa primera vez, y no es malo, lo malo seria que después de una discusión no se buscaran el uno al otro. No llevan mucho tiempo juntos, por lo que todavía no se han llegado a conocer al 100%. Fue una palabra, una palabra que puede estropear cualquier bonito y maravilloso momento, fue esa palabra la que empezó aquel caos. No puedes saber como le sienta algo a una persona cuando no la conoces, pero después de que ella/el te lo demuestre, esta en tu mano el poder de hacer con ella lo correcto. Estaban paseando, mientras tomaban un helado, Estela estaba hablando de su saga de libros favorita, le estaba contando todo lo que le hicieron sentir esos libros, ya se lo había contado varias veces, pero era tal la obsesión que tenia que siempre que J le pedía que le contara algo, era la pri...

Cuando Estela cerro la puerta de su casa, se quedo de piedra, si si, te puedes hacer a la idea de que el coche de J estaba en la puerta de su casa y el, obviamente con el motor encendido dentro. Estela dudo unos minutos, no sabia que hacer, la verdad, pensó en ir directa al coche y preguntarle que hacia allí, pero no sabia muy bien como empezar la conversación, si lo recuerdas, la había dejado con la palabra en la boca, prácticamente se habían declarado el uno al otro y después nada. Respiro hondo y hecho a caminar hacia el; el desde que había salido por la puerta no la había quitado ojo, no se le notaba tan nervioso como a ella, a la pobre le temblaban las manos, pero no te imaginas lo valiente que es. Al llegar a la ventanilla del coche, se tuvo que agachar un poco para poder mirarle a los ojos, era increíble que con solo esa acción saltaran chispas entre ellos.  Obviamente le pregunto ha que había ido. -No he dormido mucho esta noche, después de lo que me escribiste me quede sin...

Paso un día, dos y hasta tres, en el que no supieron nada el uno del otro. Estela era muy orgullosa y paciente, lo que mas odiaba era sentirse como una pesada, agobiante. Por eso siempre se decía que podía aguantar un poco más, si es cierto que no se separaba del móvil ni para ducharse, estaba deseando que le llegara un mensaje de el. Pero como era tan ilusa, finalmente tuvo que ser ella la que escribiera primero. -¿Estamos bien?                                                                                                                    -Si, claro. Pasaron unos minutos. -¿Te molesto que te besara?                             ...

¿Quieres saber quien de los dos dio el paso eh? Quien se lanzara es lo de menos, lo importante es que la otra persona no se aparto y no porque le pillara de sorpresa, pero cuando te quedas mirando fijamente a los ojos de una persona que te atrae, tu mirada a los segundos se desliza hasta los labios y es ahí cuando ya sabes que es lo siguiente. El camino de vuelta fue un poco incomodo, no dijeron ni una palabra, hasta llegar a casa de Estela y simplemente decir: Adiós. Antes de entrar a casa, en el mismo umbral de la puerta, se giro para mirarlo por ultima vez... Una vez en su cuarto se tumbo en la cama y se quedo mirando al techo unos minutos, después escribió a su mejor amiga: -Liza, necesito hablar.                                                                                   ...

Tumbada en la cama, leyendo uno de sus libros, noto la vibración del móvil. Lo coge, lo mira, se queda pálida y reacciona. Le acababan de enviar un mensaje que decía:  -Espero que estés en casa, porque voy de camino. Saltó de la cama y fue directa al armario, sabia que no le daba mucho tiempo a elegir que ponerse, así que se puso unas mallas negras, una sudadera básica, pero formal y las zapatillas, metió todo en un bolso, se deshizo la coleta y se dirigió escaleras abajo.      Al salir por la puerta, el ya estaba allí, como siempre con esa sonrisa que a Estela la volvía loca, cuando se monto en el coche, le miro de arriba a abajo, no por nada, si no para ver como iba el vestido, se quedo más tranquila la verdad, porque iba en el típico chándal que uff, a los tíos les queda como un guante y una sudadera también bastante básica. Puso el coche en marcha y salieron rumbo hacia no se donde, cuando llegaron a Estela el sitio le resultaba familiar, era una especie de amura...

Cuando Estela llego a su casa después de esa "primera cita" se sentía como en una nube, radiante, no podía borrar la sonrisa de la cara.  Era tan ingenua que da pena verdad. Es una chica tan intensa, lo vive todo con tanta pasión que pocas veces no consigue lo que quiere, eso tampoco es bueno aunque lo creas porque llega a obsesionarse con las cosas... Era solitaria y no le preocupaba eso, ya que no tenia problema en hacer las cosas sola, de hecho le gustaba, y pensaras que es raro, pero cuando en tu circulo cercano no tienes compañía que comparta tus mismos gustos por cualquier tipo de actividad social, te acostumbras; si que se animaba cuando le invitaban a cualquier sitio, pero eso de estar con gente que no conoces y tu mejor amiga, la que ha estado horas insistiéndote en que la acompañaras te deja sola... típico, te dejas de interesar. En fin, ella era feliz, en este mismo instante lo es, después... quien sabe. Una vez leyendo un libro le llamo la atención una de las much...

La tercera vez, fue oficial, llevaban varios días hablando sobre ello, sobre quedar a solas, se dieron su tiempo. Estela estuvo todo le día hablando con Liza, pidiéndole consejo sobre que ponerse, como peinarse, ya sabes... cosas de chicas. Llevaba tanto tiempo sin dedicarse un poco de atención que hasta se le había olvidado como maquillarse. Cuando termino de prepararse, vaya... parecía otra, estaba realmente preciosa. Al salir de su casa, el ya estaba esperándola fuera, todo un detalle. Iba un poco, por no decir bastante nerviosa, aunque sabia que con el, no tenia porque estarlo, era con quien mejor se sentía, era todo tranquilidad. El mejor plan para una primera cita; cine. Fueron al cine, típico verdad, ellos tenían el cine muy sobrevalorado, y no era un cine cualquiera, era uno de los mejores cines de Madrid, uno que aun perdura en un callejón del centro, donde solo emiten películas clásicas. Pensareis que parece aburrido, quizás un cine normal, con cualquier película en condicion...

 Estela era una chica tímida, desde siempre lo había sido, siempre pensaba primero en los demás, antes que en ella. Era empática y sensible. Le encantaba leer y ver películas y series... Cuando lo hacia entraba en su mundo ideal, el mundo en el que cualquier chica adolescente le encantaría vivir; padres que parecen amigos, a los que les puedes contar cualquier cosa, una casa de princesa, con su habitación y cama enorme, amigos podía tener un montón y por supuesto el novio mas popular del instituto. Siempre que tuviera un hueco Estela lo utilizaba para fantasear entre hoja y hoja de aquel libro que estuviera leyendo.  Le encantaban los libros de amor sobre todo, estos en el que el chico y la chica se conocen en una fiesta y terminan casándose y viviendo felices para siempre. Quizás por eso estaba viviendo como su sueño en vida después de haber conocido a J. Ella siempre había vivido el amor de lo que podía llegar a leer, todo parecía real cuando lo leía, pero nunca lo había lle...

 La segunda vez que se vieron, fue increíblemente mejor que la primera, aunque no estaban solos, ellos dos mismos hicieron como si todos los demás desaparecieran, era tan fuerte la conexión que tenían, que hasta Liza quedo sorprendida. -Tía,  parece que os conocéis de toda la vida, y es la segunda vez que os veis, ¿De que habláis tanto?. -Yo que se tía, de todo un poco, es increíble porque saque el tema que saque, tiene para responderme, ¿tu no habrás tenido nada que ver no?- Pregunta Estela arqueando la ceja. -Jajaja que va, en eso si que no. Estela no solía socializar mucho, pero cuando lo hacia, cualquier tema de conversación le venia bien. Una vez los cuatro solos, Liza, Rick, J y Estela terminaron dando un paseo y despidiéndose en una esquina, cerca de la casa de Rick. Nos despedimos y decidimos ir alejándonos lentamente ya que Liza y Rick se estaban peleando de nuevo, solían hacerlo a menudo, pero cuando estaban bien eran ideales el uno para el otro, se querían muchísimo...

 Una vez en casa Estela no podía dejar de pensar en el.  El camino a casa se le hizo corto, se había sentido tan a gusto con ese chico, que no recordaba cuando había sido la última vez. Le trasmitía tanta tranquilidad y libertad de expresión como nadie. Se sentía viva. No entendía como sin conocerle de nada le trasmitía todas esas sensaciones. Una vez en si cama, no podía dejar de mirar el teléfono por si la enviaba alguna petición de amistad a sus redes sociales, pero esta nunca llego, termino quedándose dormida con el teléfono en la mano.  Al despertarse a la mañana siguiente, lo primero que hizo fue mirar y movil, con los ojos como platos y una sonrisa de oreja a oreja, hay la tenia, la famosa petición de amistad en el instagram. Le stalkeo una y otra vez y no podía parar. Era tan guapo, tan tan guapo, y con esa sonrisa que se te caía la baba, era increíble como después de la primera impresión ahora le podía ver con diferentes ojos.

 La primera vez que le vio, le pareció prepotente y creído , no quiso mediar palabra con el en aquella  fiesta, a la que su mejor amiga había arrastrado a la fuerza. Hacia mucho que no salían juntas así. El iba en el grupo de Rick, el novio de su mejor amiga Liza, ella siempre le hablaba de el, decía: "haríais una pareja estupenda".   Pero cuando lo vio, fue todo lo contrario, no era para nada su tipo, y el tampoco parecía interesado... La casa era enorme, no encontraba el baño, pero como es de esperar cuando le señalaron la puerta que era, esta se abrió, y de ella salía ese chico, creo recordar que le llamaban J, al mirarlo bien, tampoco estaba tan mal, pensó ella, era alto, moreno,   tenia buenos  músculos, y una sonrisa preciosa. -Hey. -Hola. -Creo que no nos han presentado, me llamo Jack pero todos me conocen como J.- le extiende la mano para que se la estreche. -Yo soy Estela.- le estrecha la mano con delicadeza. -Y como e...